jueves, 4 de junio de 2009

El hombre Winston



Todo comenzó para él en la década de los 60s. Fumar estaba de moda. Los hombres se veían más varoniles, fuertes y sensuales. Las mujeres aparentaban ser más estilizadas, elegantes y femeninas. A diferencia del hombre Marlboro, que es tosco, indomable y rústico, el hombre Winston era refinado, profesional y urbano. Se volvió famoso en unos cuantos años y fue la figura estrella de todos los anuncios de la marca Winston por muchos años. Su nombre era Alan Landers.

Nacido en 1940, el hecho de que viviera hasta el 2009 fue prácticamente un milagro. Irónicamente pasó de vivir décadas de glamour y éxito en los 60s y 70s a vivir un infierno con su salud tras el cáncer declarado en 1987 en su pulmón derecho, al que se le sumó otro cáncer en el pulmón izquierdo, en 1993, más tarde un enfisema, y un ataque cardíaco que provocó un bypass coronario. Por último, un tercer cáncer, esta vez en la amígdala derecha. El viernes 13 de febrero comenzó un tratamiento más de radioterapia que esperaba que lo mantuviera con vida el tiempo suficiente. Tenia que alcanzarle el tiempo…

"No quiero morir. Morir sería darles el triunfo. Y no pienso hacerlo”.
EL hombre Winston se refiere a las empresas tabacaleras que deberán pagar su reclamo si el tribunal le da la razón, a él y a tantos otros litigantes anti tabaco: “Mi ira me mantuvo vivo. Si logro que la corte me de la razón, no me habrán vencido”. Alan esperaba que llegue abril para declarar en el juicio que él, junto a otras 9,000 personas, le han entablado a RJ Reynolds, fabricante de Winston, en el estado de Miami. Landers apela que a pesar de haber sido el rostro de la publicidad de Winston y de haber trabajado de cerca con RJ Reynolds nadie le dijo nunca que su salud sería gravemente afectada por fumar. Incluso se queja de que cuando las primeras noticias del tabaco como sustancia dañina salieron, RJ Reynolds negó toda la información.

Lamentablemente Alan murio en marzo.

Resulta sumamente irónico que el hombre que representó por 20 años a Winston peleara tan desesperadamente. Y no es incomprensible pues el tabaco le quitó su vida, su salud y su porvenir. Mientras la marca lo utilizaba para prometer un gran estilo de vida, le robaba valiosos años de su vida.
Pero eso nadie lo sabía en los 60s y 70s.
Miles de dólares pagados por RJ Reynolds parecían asegurar la vida de Landers para siempre. Su cara aparecía en las revistas más elegantes (Winston apuntaba a un target económicamente acomodado, más refinado que Marlboro), y en los carteles callejeros, siempre con sus sombreros de copa y los gruesos sweaters de lana. Por contrato, en cada película que protagonizaba aparecía fumando los inefables Winston, y lo mismo pasaba en la TV, que ya podía mostrar en colores sus ojos oscuros reminiscentes de los de James Bond, el verdadero. Era el personaje ideal para RJ Reynolds: nadie lo discutía en el directorio. Si hasta la forma de tomar el cigarrillo parecía insuperable; no en vano fumaba desde los 9 años de edad.
Con el éxito del Hombre Marlboro, RJ Reynolds decidió cambiar a Landers por otro Hombre Winston, pero los daños de por vida ya estaban hechos: Landers fumaba dos cajetillas y media por día. Con el tiempo, intentó dejar. Recurrió a parches de nicotina, gomas de mascar, o el famoso cold turkey (abandonar abruptamente el hábito, sin medias tintas). Nada daba resultado. A los 68 años llego al tratamiento médico que combina radiación con quimioterapia.

Alan Landers esperaba ansiosamente el mes de abril para que se lleve a cabo en el tribunal su demanda contra RJ Reynolds. Su abogado decia que esto lo habia mantenido con vida. Era tal su enojo y frustración contra la tabacalera que se habia vuelto prácticamente la única razón de seguir adelante.

“Quiero vivir hasta hacerles pagar lo que hicieron conmigo y con tanta gente”, discurria Landers con su voz casi imperceptible. Desde hacia varios años que su voz era débil, apenas un hilito de aire. Sin embargo, no asi su fuerte mensaje contra las tabacaleras que lo usaron. Llego a ser representante de la Organización Mundial de la Salud durante varios años luchando constantemente por promover el hábito de no fumar.

Landers no es la única figura del mundo del tabaco que luego totalmente arrepentidos promovieron el no fumar. También tres hombres Marlboro participaron en la lucha y murieron de cáncer: Wayne McLaren, David McLean y Dick Hammer.

En su página personal www.winstonman.com Landers dijo sentirse avergonzado de haber participado en campañas publicitarias promoviendo el tabaquismo. Resulta doloroso pero interesante leer sus anécdotas, donde relato día a día su lucha contra el cáncer que sufrio y lo acabo matando, provocado por Winston un producto de RJ Reynolds,misma empresa que aca vende cigarrillos bajo el nombre de Camel.

¿Vos tambien vas a perder por
las tabacaleras que buscan lucrar matandote ?

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